viernes, 1 de marzo de 2024

Lunfardo

Alguien que, disponiendo de tiempo y dinero o de una dulce y apacible propiedad, se niega a leer, o afirma no poseer ningún interés en los libros y otro tipo de papeles, es alguien sencillamente sospechoso, casi inmoral. Mi trato con esa gente es parecido al que tendría con aquellos bribones que en su buen vivir bordean el delito. Puedo ser amable y cordial, incluso simpático, a pesar de su acidia e incomprensible desprendimiento, pero en el fondo, practican la moral del defraudador. No deben olvidar que, a nuestros ojos, devuelven el reflejo de un vivales.   

jueves, 1 de febrero de 2024

Correspondencia privada

Aparece en el cuaderno de notas un fragmento de mi correspondencia privada con Wara. No hay fecha y no he logrado encontrar el correo electrónico que envié, pero sin duda fue escrito entre 2021 y 2022 meses después de una ruptura: 

"En los últimos encuentros hemos dedicado mucho tiempo a hablar sobre el amor y su paradójica situación, la independencia o sensibilidad del ego, la belleza del amante, y los sinsabores inevitables de la pareja. Resulta sorprendente ver cómo el amor, el más egoísta de los sentimientos humanos, triunfa mientras se vende como desinterés, absoluta entrega al otro, olvido de sí, y simple bondad, de corazón tan blanco. Casi sin asperezas, ni peligros, ni las obligaciones y dependencias que lo hacen, en ocasiones, aborrecible. Un valor fundamental de larga y justificada tradición estética en Occidente, y a la vez, fuente innumerable de contradicciones. Un sentimiento donde se mezclan visiones idealizadas del ser amado, proyecciones narcisistas y violentos deseos de poseer una ficción ¡Y ya sabemos que conquistar una ficción o una metáfora resulta más fácil y rentable que conquistar una realidad!. Un sentimiento en el que se desmonta el paradójico carácter del sujeto moderno celoso de su libertad y autonomía pero todavía dispuesto a renunciar a esa independencia por la propia pasión amorosa. Incluso por su incierta promesa bajo las formas más delirantes. Capaz de superar los fracasos con un escepticismo que no eclipsa sus anhelos de empezar otra vez una nueva aventura erótica e íntima como si no se hubiera marchitado su primera y pura inocencia. Deseamos poseer sin ser poseídos. Esa es la estúpida y pueril encrucijada que nadie parece estar dispuesto a reconocer. Asusta ese impenetrable muro de cemento sentimental. Es posible que en nuestro tiempo, y en cualquier tiempo, el amor sólo triunfe bajo la permanente tentación del fracaso.

lunes, 22 de enero de 2024

Adolescencia, o tío, ¿dónde está mi lóbulo frontal?

En su extraordinario libro, Compórtate (2017), el neurobiólogo y primatólogo Robert Sapolsky escribe: “Si durante la adolescencia, los sistemas límbico, autónomo y endocrino van a tope mientras el lóbulo frontal todavía está trabajando con las instrucciones de montaje, ya hemos explicado por qué los adolescentes son tan depresivos, geniales, estúpidos, impulsivos, inspiradores, destructivos, autodestructivos, generosos, egoístas, imposibles y capaces de cambiar el mundo. Piense en esto: la adolescencia y la primera etapa de la vida adulta son épocas en las que se tienen más probabilidades de asesinar, ser asesinado, dejar el hogar para siempre, inventar una nueva forma de arte, ayudar a derrocar un dictador, limpiar étnicamente una aldea, dedicarse a los necesitados, volverse adicto, casarse con alguien que no es de tu grupo, transformar la física, tener un gusto espantoso respecto a la moda, romperse el cuello jugando, dedicar tu vida a Dios, asaltar a una anciana o convencerse de que toda la historia ha convergido para hacer de este momento el más importante, el más lleno de peligros y promesas, el más exigente en el que te has visto envuelto y con el que marcar la diferencia. En otras palabras, es la época de la vida en la que se toman más riesgos, se buscan novedades y en el que se siente más afiliación respecto a los colegas. Todo ello por culpa de un lóbulo frontal inmaduro.” 

(El fragmento pertenece al capítulo: Adolescencia, o tío, ¿dónde está mi lóbulo frontal?)

domingo, 14 de enero de 2024

Una verdad

“Prefiero llevar en el autocar a una banda de Skinheads antes que a un grupo de abuelos del Imserso”. Mi primo, ya de sobremesa, hablando sobre el comportamiento humano, el roscón de Reyes devorado, y la tarde entrando.     

lunes, 8 de enero de 2024

Escrito en 2019, reescrito en 2024

Quizá tenga razón Arendt y la muerte es el precio justo (y toda pura justicia es radicalmente cruel) que se paga por haber vivido. Un absoluto por otro. El todo por la nada. ¿Pero y si no se vive? ¿Existe entonces tal justicia? A lo lejos, siempre a lo lejos, parece que hay el tiempo de la vida y el fin de ella, y ninguna de las dos parece que llega. 



sábado, 30 de diciembre de 2023

Una esquina

Ya terminando el año con la certeza de que nuestro mundo personal es una esquina de la realidad, imprescindible pero que conviene abandonar de vez en cuando. ¡Quítate para que pueda ver!

lunes, 4 de diciembre de 2023

La ministra Yolanda Díaz en la Sexta, en respuesta a las manifestaciones contra la amnistía, dice: "no vivimos en una dictadura". Curiosa, la flexibilidad del lenguaje ideológico. En el 2011 y durante todo el gobierno de Rajoy era la izquierda la que acusaba de dictadura y estado de excepción al gobierno. Ahora son VOX y el Pp, la derecha, los que acusan al presidente de Pdr Snchz de imponer una dictadura e iniciar la deconstrucción del proyecto constitucional del 78, es decir, lo acusan de practicar un golpe de Estado posmoderno. Debe ser un momento calamitoso cuando las palabras en la conversación pública ya no significan nada.   

Lunfardo

Alguien que, disponiendo de tiempo y dinero o de una dulce y apacible propiedad, se niega a leer, o afirma no poseer ningún interés en los l...